Ximena Silva: Una reina con un propósito imparable

Desde los humildes caminos de Isla de Belén hasta las pasarelas de la Plaza de la Aduana y la Plaza de Toros, Ximena Silva, la nueva Reina de la Independencia, lleva consigo una historia de valentía, superación y liderazgo que resuena más allá del brillo de la corona. Psicóloga en formación, líder comunitaria y ahora representante de su barrio Fredonia, Ximena encarna la transformación que el programa Reinas con un Propósito Imparable, realizado en alianza con el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) y con el apoyo del Grupo Ecopetrol, Refinería de Cartagena y Esenttia, busca promover en Cartagena.

En esta entrevista exclusiva con Colectivo TRASO, Ximena nos cuenta cómo su paso por el reinado ha redefinido su vida y su compromiso con la comunidad, así como los aprendizajes que la han convertido en una mujer con un propósito imparable.

¿Qué significó para ti representar a tu barrio en el Reinado de Independencia y, eventualmente, llevarte la corona?

Representar a Fredonia fue un honor inmenso. Desde el inicio, sentí que no solo estaba en el reinado por mí, sino por toda mi comunidad, por las mujeres que, como yo, han enfrentado desafíos y siguen de pie. Lo más significativo fue que Fredonia llevaba 43 años sin una Reina de la Independencia. Ganar fue un triunfo que la comunidad celebró como propio. La corona no es solo mía, es de Fredonia y de todas las personas que creyeron en nuestra capacidad de brillar.

¿Cómo crees que tu experiencia en el reinado ha transformado la percepción que tenías de ti misma como mujer y como líder?

Participar en el reinado me permitió descubrir habilidades que antes no sabía que tenía. Como líder comunitaria, siempre dudé de mi capacidad para guiar y ser ejemplo, pero este proceso me enseñó que puedo ser una voz fuerte y confiable. Me siento empoderada y más segura, lista para tomar decisiones y liderar desde el corazón.

¿Qué desafíos tuviste que superar durante el certamen?

Uno de los mayores desafíos fue enfrentar las expectativas y comentarios de quienes querían que Fredonia destacara después de tanto tiempo. También fue un reto conectar con otras candidatas sin perder mi esencia. Además, manejar la presión de equilibrar mi vida personal, mi formación como psicóloga y mi rol en el reinado fue una lección de organización.

Tu mamá ha sido una inspiración importante en tu vida. ¿Qué aprendiste de ella que aplicaste en este proceso?

Mi mamá es mi ejemplo de fortaleza. Como madre cabeza de hogar, sacó adelante a cinco hijos, con sacrificio y dedicación. Ella vendía dulces típicos como cocadas y caballitos, y siempre nos mostró que, con esfuerzo, todo es posible. Este legado lo plasmé en mi proyecto cultural, el Festival Gastronómico Herencia Cartagena Soy, que apoyó a mujeres cabeza de hogar en la comercialización de productos típicos y las capacitó en manejo de alimentos.

¿Cómo influyó tu proyecto cultural en tu comunidad?

El festival reactivó la economía local y empoderó a las mujeres de Fredonia. No solo comercializamos productos típicos, sino que las participantes aprendieron a valorar sus conocimientos ancestrales. Verlas sonreír y sentirse seguras de sus capacidades fue un logro que reafirmó mi compromiso con la comunidad.

¿Qué aprendiste durante el proceso de formación en Reinas con un Propósito Imparable?

Aprendí el valor de la sororidad y la colaboración. Entender que cada mujer, con su historia y habilidades, tiene algo único que aportar fue revelador. Además, las sesiones de liderazgo me enseñaron a conectar con las personas desde la empatía y la autenticidad, algo que aplico constantemente en mi trabajo comunitario.

Fredonia tiene una rica tradición cultural. ¿Cómo crees que tu comunidad influenció tu identidad como reina?

Fredonia me enseñó a valorar las raíces. Las matronas que venden fritos típicos, los niños que aún juegan peregrina y las integraciones entre vecinos me recordaron que la cultura es el corazón de nuestra comunidad. Estas vivencias me inspiraron a trabajar por la preservación de nuestras tradiciones y a incluirlas como parte esencial de mi rol como reina.

¿Qué significa para ti ser una Reina con un Propósito Imparable?

Significa ser un agente de cambio, alguien que utiliza su plataforma para transformar vidas. Llevar la corona es una herramienta para abrir puertas, generar alianzas y construir un futuro mejor para mi comunidad y para Cartagena.

¿Qué mensaje les darías a las mujeres que sueñan con liderar cambios en sus comunidades?

No tengan miedo de soñar en grande ni de enfrentar los desafíos. La fuerza de una mujer cartagenera radica en su resiliencia y en su capacidad para transformar adversidades en oportunidades. Con sororidad, trabajo duro y un propósito claro, todas podemos ser mujeres imparables.

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