Viendo el fruto de 20 años de siembra

Feliz y emocionado se encontraba Ever González, operario de procesos en la empresa Esenttia, en un día de entrega de Becas Boomerang. Se notaba muy pensativo, sensible y analizando cada historia de vida que escuchaba en las visitas domiciliarias que se hacían a los jóvenes ganadores de la beca. Una escena pensada con el fin de que estos chicos fuesen sorprendidos con la noticia.

En este día emotivo, el equipo de la Fundación Mamonal y colaboradores de la empresa Esenttia llegaban a las casas de los chicos a realizar una visita de rutina, con el fin de conocerlos más y así  tomar la decisión final. Los jóvenes y sus familias no se imaginaban que al terminar de esta visita, serían seleccionados como participantes del programa.

González Moreno estuvo presente en la mayor parte de estos encuentros, en donde se entregaron 8 becas de educación tecnológica para estudiantes de instituciones públicas de Cartagena en las comunidades de Ternera, San José de los Campanos, Ucopín, Nuevo Paraíso y Nuevo Porvenir.

En medio de estas visitas es muy probable encontrarse con historias de vida que te tocan el alma, pues las familias expresaban sus problemáticas y necesidades. “Hay historias muy conmovedoras, todas son muy fuertes y valiosas, pero la que más me tocó fue la de una señora que tenía varios hijos. El papá de esos muchachos recientemente se había ido de la casa, sin tener ningún tipo de responsabilidades con ellos. Por ende, el hermano mayor se comprometió con quedarse en la casa, a pesar de tener su otro núcleo familiar, para apoyar a su mamá y sus hermanos. Esa situación emocionalmente me tocó demasiado, un reflejo de lo que fue mi familia cuando era un niño”, expresó Ever González,  quien afirma que desde los 4 años de edad fue huérfano y su hermano mayor fue el que tomó las riendas de la casa y con esfuerzo logró sacarlos adelante.

Recogiendo la cosecha de sus semillas

No solo las historias de los chicos y chicas que reciben las becas generan reflexión y aprendizajes en todos aquellos que vivieron de cerca esta maravillosa entrega. Los empleados y colaboradores de las distintas empresas que están adscritas a el Fondo Unido de la Fundación Mamonal que a través de sus aportes apadrinan la educación de estos jóvenes, también nos dejaron muchas enseñanzas, como es el caso de Ever, un hombre que a pesar de sus dificultades económicas  logra ingresar a la Universidad y ya hoy es un Ingeniero de procesos. “Gracias a los esfuerzos de mi madre y mi hermano mayor logré acceder a la Universidad, a pesar de haberme criado en en un barrio popular de la ciudad donde las drogas y la delincuencia eran el pan de cada día”, menciona.

Por mas de 20 años, Gonzaléz ha entregado sus aportes al Fondo Unido y nos compartió que vivir la experiencia de la entrega de Becas Boomerang fue un espacio para seguir creyendo en el camino de la educación como el principal para el desarrollo de la ciudad. “Hacer parte de la entrega de Becas Boomerang  ha sido maravilloso, he reído, llorado, he sentido de todo. He ido a muchos encuentros de ayudas sociales en mi vida, pero este en particular me ha conmovido mucho. Gracias a esto, puedo decir convencido de que no me arrepiento de hacer parte de este proyecto, han sido más de 20 años en los que he venido aportando y sin duda hoy puedo ratificar que lo que muchos empleados estamos haciendo es un verdadero impacto para la vida de estos jóvenes. Hoy estoy viendo con mis propios ojos la cosecha de esas semillitas que por mucho tiempo hemos venido sembrando”, dijo este hombre de alma dadivosa, con una mirada contundente y llena de satisfacción.

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