Se reactivan las clases presenciales de ¡Uy, qué nota! y ¡En la jugada!

Jugar ajedrez es para Ronald Toro, de 16 años, el pasatiempo que se convirtió en pasión, el mismo que le enseñó a pensar de una manera lógica y estratégica. “Sentarte a jugar frente a ese tablero te motiva a ver más allá de lo evidente. Comencé cuando tenía nueve años, y desde entonces no he dejado de aprender jugada tras jugada”, dice este estudiante de 11 grado de la Institución Educativa Madre Gabriela de San Martín.

Las Escuelas de Música y Deporte en las Instituciones Educativas Madre Gabriela de San Martín y Ambientalista de Cartagena son posibles en el marco del Programa Modelo Integral Educativo que desde Colectivo Traso hemos desarrollado durante 7 años en alianza con nuestra empresa afiliada Esenttia.

Como Ronald, 150 niños, niñas y jóvenes entre los 5 y 17 años, 75 en casa institución, retomaron las clases presenciales de la Escuela de Deportes ¡En la jugada! en la modalidad ajedrez, y se preparan para participar en los Intercolegiados en diferentes categorías.

“Me gusta mucho el ajedrez, mi hermano también hace parte de la escuela y siempre lo veía jugando, entonces mi mamá le decía que me enseñara y él me enseñó, ahora yo también estoy ¡En la jugada!”, contó Alexander Ariza, de 9 años, quien ingresó a la escuela hace un mes siguiendo el ejemplo de su hermano mayor.

¡Uy, que nota! también regresó a sus ensayos presenciales en estas dos instituciones educativas, 150 niños, niñas y jóvenes, 75 en cada escuela, que volvieron a tomar sus instrumentos y a ensayar nuevas melodías.

“Estoy en la Escuela de Música desde los 9 años, ya tengo 17 y de verdad que es una experiencia que nos ha hecho crecer muchísimo. Toco timbal, y tener este espacio para hacer amigos y practicar la música, que es nuestra pasión, hace que este tiempo en el colegio sea maravilloso”, asegura Camilo Andrés González, de 14 años, estudiante de décimo grado.

Las escuelas de Música ¡Uy Qué Nota! y de Deporte ¡En La Jugada! en su modalidad de Ajedrez, reúnen a niñas, niños y jóvenes entre 6 y 17 años de edad, contribuyendo a su desarrollo integral, mejoramiento académico y permanencia en el sistema escolar.

“Le damos muchas gracias a Traso y Esenttia por creer en estos proyectos. Desde que entré hasta hoy he vivido una gran transformación, además de aprender a tocar varios instrumentos de viento, gracias a la Escuela he podido aprender a ser más extrovertida, a mantener una conversación sin sentir temor, he cambiado del cielo a la tierra y quiero seguir haciendo música”, finaliza Nathalie Paola Pérez, de 17 años.

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