La situación de la primera infancia en Cartagena representa un reto que nos compete a todos. Liliana Puello, coordinadora de Educación de TRASO, comparte algunas cifras vitales para entender el panorama y por qué es responsabilidad de todos tomar acción para generar la transformación que deseamos para nuestros niños y niñas de 0 a 5 años.
“En un diagnóstico realizado, consultando diferentes fuentes oficiales como el Instituto Colombiana de Bienestar Familiar (ICBF), Ministerio de Educación y Consejería Presidencial para la Niñez y la Adolescencia, en Cartagena hay aproximadamente 104.263 niños y niñas de 0 a 5 años, de estos, 40.489 reciben servicios de primera infancia con el ICBF, y 17 mil están en preescolar. De acuerdo a estos datos, el 46,28% de los niños y niñas de 0 a 5 años no tiene reportado ningún tipo de atención en primera infancia”, precisa Puello.
Y es que, según el Observatorio del Bienestar de la Niñez del ICBF, en Cartagena tenemos un 51% de cobertura, representando la modalidad familiar el 28%, la institucional el 25% y la comunitaria el 47%. “Esto qué quiere decir, que casi la mitad de los niños atendidos están en una modalidad en la que la formación depende de agentes educativas, y solo el 33% están recibiendo educación inicial en el marco de la atención a la primera infancia, lo que indica que los niños reciben corta educación inicial”.
La atención integral en la primera infancia tiene varios puntos claves, algunos de ellos son la garantía de derechos, educación inicial, nutrición, protección y participación. “El 33% de los niños y niñas están recibiendo este tipo de formación, el resto son atendidos solo con énfasis en cuidado, atención y alimentación. Ahí comienza a crecer la brecha con los colegios privados, donde habitualmente los niños entran desde los 2 años a recibir esa formación integral, mientras que en nuestros colegios públicos están comenzando formación a los 5 años”.
¿Por qué es importante poner como sociedad nuestra vista en la primera infancia?
Los primeros años de vida está demostrado que tienen un gran impacto en el futuro de los niños, en su desarrollo cerebral, en el manejo de las emociones, su capacidad para aprender, en su salud, en indicadores como crecimiento y desarrollo, en su bienestar. Incluso hay estudios que demuestran que esto impacta en la cantidad de dinero que ganan cuando son adultos.
Entonces, si la primera infancia es tan importante e impacta en todos estos indicadores, imagínate qué podemos lograr brindándoles a todos los niños una adecuada atención en primera infancia. Esto nos va a llevar a que tengan un excelente desempeño académico, dará mejores resultados, tendrán más oportunidades de ingresar a educación superior. Además, si impacta en su salud, habrá menos gastos futuros en el sistema. Si impacta en sus emociones, tendremos una sociedad más sana y con menos conflictos.
Cuando un niño desarrolla todas estas habilidades, está al final impactando en su desarrollo, pero también se está impactando al adulto que puede llegar a ser. Eso nos lleva a tomarnos muy en serio la educación inicial y a revisar lo que le estamos brindando a los niños y niñas en sus primeros 5 años de vida.
¿Es posible tener esta formación soñada cuando se tienen pocos recursos?
Es posible. Debe haber una intención de parte del Estado, de parte de los padres y de parte de toda la sociedad para que nuestros niños reciban formación de calidad desde muy pequeños.
Nuestros niños de estratos 1 y 2 tienen padres que no tienen esta información a su alcance, por eso es bien importante que el Estado con políticas de formación a padres, de acompañamiento, de atención integral a los niños vayan rompiendo estas diferencias. No podemos quedarnos llegando solo al 33 al 50 por ciento de la población, no es suficiente. Tenemos que hacer un esfuerzo para poder darles a los niños y niñas mucho más de lo que están recibiendo en este momento.
Aquí cobra relevancia el Centro de Excelencia para la Primera Infancia de Pasacaballos, que tiene como objetivo demostrar que con altos estándares podemos lograr una atención integral a niños y niñas con muy buenos resultados. Desde TRASO acompañamos el año pasado a 33 agentes educativas en formación en neurodesarrollo, dándoles herramientas para que puedan aplicar con sus niños temas como pensamiento científico, fortalecimiento de la lectura, temas como filosofía, manejo de emociones. Toda una serie de herramientas claves para poner al servicio de los niños y niñas.
Con el Centro de Excelencia, que comenzará a funcionar en el 2023, nuestra intensión y nuestra más grande apuesta es ofrecer la mejor formación y acompañamiento, por eso nos hemos propuesto propiciar un modelo educativo con fundamento en un modelo de aprendizaje por descubrimiento.
Nos hemos propuesto ir más allá, porque además de comprender lineamientos existentes en la normatividad colombiana, hemos avanzado en la propuesta para el desarrollo de competencias lógico-matemáticas, alfabetización y de análisis metacognitivo. Esta apuesta está sustentada en mediciones de calidad internacionales, como la medición de la calidad y resultados del aprendizaje temprano que trabaja la Unesco, Unicef y el Banco Mundial.
¿Cuál es el papel del Estado, de la sociedad y de los cuidadores en el aseguramiento de esta atención adecuada en primera infancia?
Esto es más que un tema de Estado. Esto es responsabilidad de todos, de profesores, de la comunidad, de rectores, es responsabilidad de la Secretaría, y del sector privado. Ante esa responsabilidad hemos dado un paso adelante con una verdadera intención de poder decir “este es el camino” porque el Centro de Excelencia para la Primera Infancia lo que busca no es solo generar modelos innovadores, sino que estos modelos puedan movilizar, e impactar a las instituciones educativas oficiales, a los cuidadores, a las agentes educativas. Por eso invitamos a la ciudad a sumarse.