En la IE Salim Bechara, también se siente el afecto

“La familia es el núcleo fundamental de la sociedad”, tal como reza en el artículo 42 de la Constitución Política de Colombia, y una familia comprometida con la educación de los niños y niñas, no solo desde lo académico sino desde el afecto, puede hacer la diferencia.

Gracias a los aportes de Reficar, la Fundación Mamonal viene desarrollando el programa de formación en música ¡Uy, qué nota! en la IE Salím Bechara en el que participan 75 niños y niñas, y como parte de las actividades del programa, se adelantó recientemente un semillero afectivo, donde los padres de familia de los jóvenes aliados, conversaron y reflexionaron sobre la familia y la forma correcta de educar a sus hijos.

Los semilleros afectivos hacen parte del acompañamiento integral que desde la Fundación Mamonal se realiza en el marco de los diferentes programas y proyectos, donde se abren y privilegian espacios en que padres e hijos se reúnen y comparten de un modo distinto, construyendo lazos que perduren para toda la vida.

    

75 niños y niñas de las instituciones educativas con matrícula oficial de Pasacaballos, y 75 niños y niñas de la IE San Francisco de Asís en compañía de sus padres,  son los que hacen parte de estos semilleros afectivos.

Organizados en una mesa redonda, los participantes, orientados por los profesionales psicopedagógicos de la Fundación Mamonal, discutieron temas correspondientes a la familia, poniendo en claro cuáles son las acciones correctas o pertinentes a la hora de educar a sus hijos, como por ejemplo: no imponerles acciones o formas de pensar a sus hijos, darles un buen ejemplo, y la importancia de tener argumentos al momento de implementar castigos por comportamientos no apropiados, o ser capaces de reconocer cuando los chicos actúan de buena manera.

Luego, con la idea de representar el tipo de familia más común en la comunidad de Albornoz (donde está situada la Institución), cada padre se asignó un papel en el núcleo familiar y por medio de un dramatizado mostraron los principales problemas que se presentan en las familias. En medio de risas, se contagiaron de la lúdica de la actividad y con gran altura actuaron y se ganaron muchos aplausos. Los padres que asistieron a este semillero se mostraron complacidos por los resultados obtenidos y esperan poder compartir esta experiencia con otros padres.

“Esta actividad me pareció excelente, es algo nuevo que estoy aprendiendo. A veces uno como padre cree que se las sabe todas y resulta que no es así. A veces tenemos que revisarnos y darnos cuenta de los errores que cometemos, de la manera cómo tratamos a nuestros hijos, dejar que ellos expresen su manera de pensar también es algo importante”, mencionó Cristóbal Hernández, padre de familia.

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