En Arroyohondo, ambientes adecuados para la cultura

La Escuela de Danza y Música comienza a irradiar todo Arroyohondo. Esta iniciativa que es posible gracias a los aportes de Argos, lleva más que clases y talleres a esta población bolivarense.

Recuperar la Casa de la Cultura de Arroyohondo, con la adecuación de sus diferentes espacios y zonas verdes, para que sea un lugar de disfrute para los niños y las niñas de este municipio, fue el foco de acción del reciente voluntariado realizado con la ayuda de personal de Argos, empresa que ha hecho posible la implementación de la Escuela de Danza y Música con la que desarrollamos labores desde hace más de un año, y que acoge con su oferta de formación a 150 niños y niñas.

Además de los voluntarios de Argos, en la actividad participaron padres de familia, representantes de la Alcaldía Municipal y la Oficina de Cultura de Arroyohondo, personal de la Fundación Mamonal, y por supuesto, estudiantes, que con su maravilloso aporte y su gran alegría convirtieron la jornada en un momento de disfrute y satisfacción al saber que ellos tendrán un lugar adecuado para el desarrollo de sus habilidades.

“Estamos muy agradecidos con este apoyo que estamos recibiendo y estas obras de adecuación de la Casa de la Cultura son importantes porque aquí los niños y jóvenes participan de talleres que promueven la danza y la música, es importante que la comunidad cuide este espacio porque esto es de ellos”, comentó Álvaro Orozco, jefe general de la Oficina de Cultura de Arroyohondo.

La Casa de la Cultura funciona en Arroyohondo desde el año 2000, y con estas acciones de voluntariado se comienzan a recuperar varios espacios que estaban bastante deteriorados. Con la adecuación de las instalaciones eléctricas, iluminación, instalación de aires acondicionados, dotación de 30 sillas y 2 armarios, recuperación de zonas verdes y siembra de árboles ornamentales, este lugar comienza a dar un vuelvo positivo.

“Me parece excelente lo que se está haciendo, más que todo por los niños, porque es una felicidad para ellos encontrar un ambiente limpio y adecuado”, comentó Yuri Ardila Ospino, habitante de Arroyohondo y quien se sumó a esta actividad en la que participaron padres de familia, quienes con buena actitud y compromiso, ayudaron en la limpieza del lugar, convencidos del beneficio que esto tendrá para todos.

“Veo esto de los voluntariados muy bueno, porque  la verdad teníamos la Casa la Cultura muy abandonada, y en esas condiciones nuestros niños estaban dando clases. Hemos hecho una labor ardua, limpiando y arreglando, dejando este lugar apto para que los niños puedan seguir dando sus clases”, dijo Amparo Hernández Polo, también residente en Arroyohondo. 

 

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