Ada Echenique, un liderazgo que llega a todos lados

Ada Echenique Soto es reconocida en el gremio de periodistas cartageneros por su liderazgo, por ser la primera que sale al frente cuando se trata de denunciar casos de vulneración a los derechos de la prensa e incluso cuando falta comida o medicinas en la casa de algunos de sus colegas. Hablar con esta mujer de 63 años, cartagenera de nacimiento y con un orgullo profundo por su tierra, es revisar un trasegar de experiencias de liderazgo que comenzaron en el colegio y siguieron emergiendo en cada aspecto de su vida.  

“Creo que liderar nació conmigo, y se potenció con mi rol en la familia. Era la única mujer entre 8 hermanos, así que era el centro de todos, siempre me impulsaron a estudiar, a alzar la voz. Así que en el colegio comencé liderando la agenda cultural y ambiental, estuve en el consejo estudiantil, y desde ahí he liderado en casi todos los espacios donde me muevo”, cuenta Ada, quien es egresada de la Escuela de Liderazgo Público para Periodistas, una iniciativa que fue posible gracias a nuestras empresas afiliadas Argos y Cabot, y al trabajo articulado de ANDI seccional Bolívar, TRASO Colectivo de Transformación Social, Universidad Tecnológica de Bolívar, Seres Consulting y la Escuela de Formación de El Universal.  

Sus logros como líder comenzaron a dar frutos desde muy temprana edad. Estudiaba a distancia en el Sena para convertirse en auxiliar contable, y un día se preguntó quiénes eran sus compañeros. Así que consiguió la forma de contactarse con 20 de ellos, y comenzaron a gestionar espacios para labores ambientales y de recreación, lo que llamó tanto la atención de las directivas que la invitaron a hacer parte de la formación para líderes docentes comunitarios, lo que le permitió recorrer el país y encontrarse con el oficio de sus amores: el periodismo.  

El camino de liderar cobró para Ada un sentido distinto. Lideró la agremiación de los periodistas de la ciudad, trabajando en equipo con sus colegas lograron convenios para su profesionalización con dos universidades de la ciudad gracias a la ayuda de diferentes administraciones distritales, consiguieron un plan de salud para los periodistas, y seguros exequiales que siguen cubriendo a más de 150 periodistas y a sus núcleos familiares.  

“Antes si un periodista se enfermaba o se moría, teníamos que salir a hacer “vaca” para tener medicinas o para un cajón. Era terrible lo que vivíamos, y esto lo logramos juntos, de la mano de empresas y gobernantes de turno que decidieron apostarle a las necesidades del gremio”, cuenta Ada, quien lleva 20 años de ejercicio periodístico y hace parte de la Asociación Colombiana de Prensa.  

La pandemia, otro golpe difícil para el mundo y del que no escapó el gremio, fue una nueva ocasión para trabajar por otros. Ada, en compañía de otros colegas, consiguieron cientos de mercados para esos periodistas que, aislados, no habían podido generar ingresos mínimos para comer. “Es que tenemos que pensar constantemente en los demás, y cómo no vamos a salir a gestionar cuando uno de nuestros colegas nos necesita, eso sería inadmisible”.  

El liderazgo de Ada es tan reconocido, que no solo su gremio corre hacia donde ella en medio de alguna situación. En su barrio, Luis Carlos Galán, donde se ubicó precisamente gracias a un proyecto de vivienda que tramitó para los periodistas, venían pidiéndole hace años algo que se concretó en las últimas elecciones de Junta de Acción Comunal, donde ella lideraba la única plancha como presidenta. 

“Y ahí llegó precisa la Escuela de Liderazgo Público para Periodistas. Aunque toda mi vida he liderado de forma empírica y he ejercido el periodismo, tener este espacio para aprender sobre las nuevas dinámicas en la generación de contenidos, pero también indagar en esa parte del ser. Fue bastante retador, estuve a punto de desistir, pero encontré tantas personas en el equipo organizador listas para ayudarme y motivarme que no me rendí, y hoy hago parte de la Red de Líderes de la Escuela de Liderazgo Público, en la que ya comenzamos a preparar actividades de impacto en mi sector”, comenta Ada.  

Junto a un grupo de líderes de la Red, se preparan acciones de trasformación apuntadas a niños y niñas, entre los 9 y 14 años, enfocándose en la apropiación del territorio, la democracia, sus derechos y sus obligaciones. “La idea es enfocarnos en acompañarlos en la adquisición de habilidades comunicativas que los lleven a conocer el territorio, que va desde su barrio, su ciudad y su país, que conozcan sus derechos y deberes, y forjar nuevos liderazgos para la comunidad de Luis Carlos Galán y para toda Cartagena”.  

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